Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios
Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso, más conocido como Pablo
Picasso. Genio malagueño donde los haya, artista incombustible, creó más de dos
mil obras que a día de hoy permanecen presentes en museos y colecciones de todo
el mundo. Su gran amigo y biógrafo Antonio Olano, nos mostró en más de una docena de
libros las obsesiones de un Picasso de múltiples sensibilidades, cargado de manías
y supersticiones, una vida rebosante de amores, de un artista que vivió
emborrachado en aires de inmortalidad. Abordó géneros
tan diversos como el dibujo, el grabado, la ilustración de libros, la
escultura, la cerámica y el diseño de escenografía y vestuario para montajes
teatrales. Se declaró pacifista y fue miembro del Partido Comunista Francés hasta su
muerte, y aunque murió en Francia, se declaró español acérrimo, negándose
siempre a recibir la nacionalidad que tan generosamente le ofrecía el gobierno
de Francia. A la temprana edad de catorce años y dadas sus aptitudes, se le
permitió el ingreso en la Escuela De Bellas artes De Barcelona. Cuenta una de
las muchas leyendas sobre el artista, que su padre, tras reconocer el
extraordinario talento de su hijo al contemplar sus primeros trabajos
infantiles, le entregó sus pinceles y su paleta y prometió no volver a pintar
en su vida. Flirteó con la alta sociedad parisina, pero no cuajó su intento de
aburguesarse y volvió a la vida bohemia, regresó al océano surrealista que bañaba sus sueños, al mundo al que siempre había pertenecido.
Os presento una
de las obras menos conocidas del artista malagueño, un fotoreportaje de 1949, donde
se ve a Picasso creando arte efímero, trazos de luz rasgando el aire, creando dibujos y figuras en apenas unos segundos, todas ellas recogidas en hermosas instantáneas, un trabajó que el genial fotógrafo y técnico visual Gjon Mili realizó para la revista LIFE.
'"A diferencia de la música, no hay niños prodigios en la pintura. Lo que la gente percibe como genio prematuro es el genio de la infancia. No desaparece gradualmente a medida que envejece. Es posible que ese niño se convierta en un verdadero pintor un día, quizás incluso un gran pintor. Pero tendría que empezar desde el principio. Por lo tanto, por lo que a mí respecta, yo no era un genio. Mis primeros dibujos nunca se han mostrado en una exposición de dibujos infantiles. Me faltaba la torpeza de un niño, su ingenuidad. He hecho dibujos académicos a la edad de siete años, con una precisión de la que me asusto'" Picasso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario